domingo, 3 de diciembre de 2006

Consejos para tener los tapizados limpios




Cuidando y limpiando regularmente las telas de los tapizados logrará que duren más tiempo y tengan siempre un buen aspecto.

El polvo y la suciedad causan daños a veces irreparables en las telas, por lo que vale la pena cepillarlas y sacudirles el polvo con asiduidad.

Cuando un tapizado se mancha hay que tratarlo inmediatamente, lavándolo antes de que la suciedad penetre en las fibras de la tela.

Hay que enjuagar inmediatamente la mancha desde el borde hacia su centro para evitar que se extienda. Si la mancha es grasienta, lo más práctico es espolvorear encima un absorbente, como pueden ser polvos de talco, dejándolos una media hora antes de sacudirlos, limpiando después en seco.

Para preparar una solución de amoníaco o bórax, que se usa en las manchas solubles en agua, se diluye una cucharada sopera de amoníaco o bórax en 600 ml de agua tibia.

Para preparar una solución de agua oxigenada, para las manchas de café o chocolate, debe mezclarse una parte de agua oxigenada de 20 volúmenes con cuatro panes de agua, añadiendo una gota de amoníaco.

Las tapicerías hay que limpiarlas un par de veces al año, cuando menos, con espuma para tapicería. Debe comprobarse antes la solidez de los colores, mojando una zona pequeña de la tapicería y presionando con una plancha caliente, entre dos trozos de tela de algodón. Si no queda rastro de color en el algodón es que los colores de la tapicería son sólidos y se puede lavar la tela. Pero si el color destiñe al hacer la prueba, deberá lavarse en seco.

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