viernes, 29 de diciembre de 2006

Camas amplias, dulces sueños


Camas amplias, dulces sueños

Uno de los elementos obligatorios en toda casa es la cama. En ella pasamos una gran parte del día: horas de descanso vitales para nosotros. Por ello, es fundamental sentirse a gusto y cómodo durante nuestro reposo, ya sea nocturno o una simple siesta. Lo que pretendemos en el dormitorio es crear un ambiente íntimo y personal, y la cama se convierte en la pieza imprescindible por ser además la protagonista absoluta de la estancia.
Si echamos un rápido vistazo a la historia, observaremos que todas las civilizaciones las han empleado para el descanso. Los egipcios, por ejemplo, las tenían muy altas, por lo que se requería la ayuda de un taburete, e incluso de una escalera, para poder acostarse. En la dinastía Ming, se empleaban austeros lechos colocados a ras del suelo y cubiertos por cortinas translúcidas de gasa, mientras que los emperadores otomanos dormían en elaborados tálamos que los viajeros confundían con tronos reales. Los nativos americanos eran mucho más simples: empleaban hamacas, que pronto fueron adoptadas por los conquistadores europeos.
Actualmente, ya no queda casi nada por inventar, y mucho menos respecto a la cama. Hay cientos de modelos para elegir y, para aquellos que aún no tienen claro dónde disfrutar de sus reparadoras horas de sueño, las grandes marcas proponen diferentes diseños aptos para todos los gustos.

No hay comentarios: