martes, 5 de diciembre de 2006

Cocinas integradas, una solución distinta para tu casa



Integrar la cocina es cómodo, práctico y también es una manera sencilla de aprovechar bien el espacio. Para llevar a cabo la unión del salón y de la cocina existen innumerables soluciones arquitectónicas, cada vez más estudiadas, que conseguirán evitar algunos inconvenientes estéticos.
Cuando se dispone de poco espacio, la cocina integrada logra crear un ambiente mucho más cómodo y funcional. Hay varias maneras de unir ambas estancias: hacerlo totalmente de forma visual utilizando un separador de cristal, o bien emplear algún objeto transitorio entre la cocina y el salón como por ejemplo una barra o una mesa. Al llevar a cabo la integración, hay que tener en cuenta algunas pautas cuya importancia será mayor cuanto mayor sea el grado de división de ambas estancias.

Tabiques fuera

En el caso de que la casa que vayas a reformar disponga de pocos metros, sin duda tirar el tabique es la solución más inteligente. La cocina quedaría así expuesta a los ocupantes del salón y por ello, se deberá cuidar cada detalle.
Otra de las opciones es dar a la casa un ambiente único y lograr que la cocina apenas sea apreciada. Para ello, simplemente tendremos que fijarnos en que los muebles de la cocina y los del salón tengan cierta consonancia.

Se puede optar por un estilo rústico con armarios de madera o muebles sin tiradores, hasta el techo y en un color claro y diáfano, aportando un toque más íntimo. El blanco, detalles metálicos o de cristal en el mobiliario de la cocina son algunas de las posibilidades para conseguir un ambiente neutro.
Juntar espacios con utilidades tan diferentes como la cocina y el salón, puede provocar una cierta falta de coherencia y del sentido del orden. Para aplacar este efecto es recomendable evitar vitrinas y estantes, ya que de esta manera los utensilios de cocina no quedarán a la vista. La campana extractora es mejor que sea oculta.
Dos ambientes diferenciados
Hay quien puede decidirse por la integración pero diferenciando bien estilos y estancias. En este caso los revestimientos de las paredes y el suelo pueden jugar un papel fundamental en la diferenciación visual. Tarima y suelo de cerámica pueden ser una combinación apropiada, o bien, paredes con materiales o colores diferentes.
Quizás nuestra mejor arma para la separación visual de ambientes sea el color. Con un contraste no excesivamente grande se logra separar los ambientes. La encimera puede sernos de ayuda también: nuestros aliados serán tonalidades y materiales distintos para conseguir un efecto contraste.
En el término medio está la virtud.Puede ser que el motivo de esta reforma no sea ni la falta de espacio ni la búsqueda de un ambiente más sofisticado, sino simplemente la funcionalidad. En tal caso la mejor solución es la integración parcial de la cocina. De esta manera la decoración de salón y cocina puede realizarse de manera independiente.
Podemos abrir un pasaplatos y colocar una mesa de obra, instalar unas puertas correderas de cristal o unos estores que den posibilidad de independizar los espacios en las ocasiones en las que sea necesario.
Hay quien se decide por instalar una barra que separe cocina y salón. En tal caso, es conveniente que coloquemos electrodomésticos en la parte inferior de la misma para aprovechar al máximo el espacio.

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