Los colores suaves y aterciopelados, las líneas rectas, y la ligereza y amplitud de la estancia, marcan la personalidad del dormitorio. Llama la atención la larga caída de las cortinas, en las que no se ha recurrido a ninguna artimaña para camuflar los altos techos. Confeccionadas a pliegues, en tonos terrosos y con algún motivo floral, rompen con la monotonía de las paredes. El toque romántico del conjunto, lo da el dosel de visillo que, proporcionando intimidad, no evita el paso de la luz. A la hora de vestir la cama, tanto en colcha como almohadones, se ha optado por telas preferentemente lisas que dan sobriedad al conjunto.
En cuanto al mobiliario, domina la estancia, esta sencilla y elegante cama con dosel. Tanto la cama como la mesilla son de corte moderno y de hierro forjado, lo que aporta ligereza y originalidad al conjunto.
El dormitorio es una de las estancias más íntimas y cuya decoración más hay que cuidar. En este caso se ha optado por crear un ambiente fresco y relajado a base de tonalidades coordinadas de celestes y crudos y mobiliario decapado en blanco.Por el contrario, la moqueta que reviste el suelo y la riqueza y abundancia de los detalles textiles, aportan el necesario toque de calidez que remata y hace de esta estancia un tremendo acierto.
Sentirse bien dentro de casa es muy importante. El color da calor y es fundamental elegir el colorido y combinación adecuados.Últimamente están muy de moda los colores claros, tamizados, en gamas de azules, que llegan hasta los malvas, combinándose con tonos naturales y verdosos como contraste.
En la época invernal, uno de los colores que, de una u otra forma no suele faltar, es el burdeos..Las diferentes texturas, motivos y materiales aportan movimiento y originalidad.
